Una de las fotos a la izquierda de la pantalla dice "Plazoleta Néstor Kirchner", Independencia y Perú, en reconstrucción. La noticia salió en muchos medios, cuando el 1ª de julio comenzó la destrucción a manos de un señor que hoy exhibe un título de propiedad del predio. Sin dialogar, sin mediar palabra con los que durante varios años se ocuparon de embellecer la esquina, mandó la topadora un viernes en plena mañana.
Dice que va a construir; nosotros, los que habitamos el barrio, los pibes del Huergo, los vecinos que traían plantas, vimos desaparecer la placita. Se fue el mural del carnaval de "los que nunca callan"; se fueron los sauces de venecita que imaginó Nushi Muntaabsky; se fue el mural de Gabriela Fusco en memoria de Néstor Kirchner; se fue el trabajo de Sergio que le dedicaba todos los sábados; se fueron las flores y los colores. La empresa Parkhouse se dio cuenta que ese basural que había hace unos años en la esquina ahora se cotiza alto.
Lo que no sabe Parkhouse es que la placita no murió, porque va a renacer en otras, se va a multiplicar en muchas que se llamen Néstor, Cristina, los pibes del Huergo...Tapó las palabras del general: "Mejor que decir es hacer", pero el arquitecto no aprendió que el sol no se puede tapar con las manos. Y que nos va a tener presente como un tábano que ronde su cabeza. La placita está viva, porque está en la memoria popular Mal que le pese al arquitecto, la placita Néstor Kirchner sigue
en reconstrucción.
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