lunes, 28 de diciembre de 2009

MONICA CARRANZA Y LA SOLIDARIDAD

El viernes 25, día de Navidad, participé en el almuerzo de la Parroquia de San Pedro Telmo, que organiza todos los años la Comunidad de San Egidio para la gente sin recursos. Oficié de servidora, compartiendo y sirviendo la comida para hombres y mujeres, y también familias. Hoy leí la triste noticia de la muerte de Mónica Carranza.Ella nació en Parque Patricios, donde vivió hasta los nueve años con sus once hermanos, quienes, tras la muerte de su padre, fueron separados e internados en diversos colegios.  Se escapó y vivió en la calle, donde pasó hambre, frío y violencia.
Luego de casarse, fundó en su propia casa de Mataderos el comedor comunitario Los Carasucias. No fue fácil. Los protegidos eran cada vez más. En 1996, los Carranza hipotecaron su casa y alquilaron un galpón. En ese mismo lugar hoy comen a diario 2.500 familias y reciben refuerzos alimentarios más de 1.500 chicos desnutridos y enfermos de sida, diabéticos y tuberculosis.
Mónica fue distinguida en 1997 como “La Mujer del Año”. Y solía repetir: "Una cosa es hablar del hambre y otra cosa es sentirlo".

Por eso junté estos dos hechos, para tener presente a los que menos tienen, pensar que siempre podemos hacer algo por el otro, y rendirle un pequeño homenaje a esta gran mujer, que se fue a los sesenta y pico, a la edad que otras autodenominadas "divas" buscan mostrar un novio joven y lucir la trigésima cirugía estética.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Por qué 50 y 50?

Estoy a punto de cumplir 50 y eso me genera un estado de extrañeza. No me imaginé a mi misma como una mujer de ciencuenta y sin embargo tengo bastantes señales para palparlo en lo cotidiano: la menopausia y el universo que acarrea y la mirada diferente sobre el amor, las costumbres, la amistad y el dolor. Pero también  tengo el ímpetu y el fuego para haberme decidido a completar mi carrera universitaria, por ejemplo, a los 49.
Ante la pregunta de algunos familiares: "¿Vas a hacer fiesta?" respondo que no, que no tengo ganas. Mis ex compañeras de estudio rechazan el mentado festejo de la "media raya" y quieren que pase lo más desapercibido posible, algunos, como yo, quisieran pasarlo lejos del ámbito habitual. Yo, en particular, sueño con pasar ese día frente al mar, pero eso es simplemente un gusto personal. Entonces recuendo ¿qué pasó con los 40? Si bien no se me dio por los festejos ruidosos, tuvo un poco más de onda. Quizás lo pensé como el límite entre hacer de una vez lo que estaba pendiente o continuar mansamente con la vida trazada hasta entonces. Claro que así dicho resulta más fácil que en la realidad, donde intervienen la situación económica, familiar y del país en general.
La cuestión es que estamos finalizando el año 2009. Se viene el año del Bicentenario y par mí, el año del cincuentenario. Decía mi viejo, la "media raya", donde empiezan a tallar las cuentas del debe y el haber. Por eso 50 y 50; por la vida compartida, por los sueños cumplidos y por cumplir; por los derechos de hombres y mujeres; por el 50% del PBI para los trabajadores; por la vida plena sin discriminación de edad, sexo o condición social.